Uno de los objetivos que todos perseguiremos durante los próximos meses, es disfrutar de un moreno uniforme y sobre todo, saludable.
Con el aumento de las horas de luz y el incremento de la intensidad del sol, es esencial tener en cuenta que debemos protegernos adecuadamente la piel para evitar las quemaduras solares. Un consejo que, aunque popular, sigue sin ponerse en práctica con absoluto conocimiento de su causa. Y es que, las ganas de conseguir una piel bronceada son el acicate perfecto para que muchos de nosotros no nos protejamos correctamente y, por ello, nos expongamos a un problema dérmico.
Por ello, desde Laboratorios GUINAMA os animamos a conocer algunos consejos para conseguir que nuestra piel esté bronceada y, más allá de eso, sana.
1.- Prepara tu piel a conciencia:
Exfoliar la piel supone la eliminación de las células muertas de la piel. Por ello, es el paso previo para ese moreno luminoso y uniforme que deseamos conseguir. Eso sí, si se realiza en casa, es importante realizar masajes suaves y circulares que nunca excedan de los dos minutos por zona. De la misma manera que debemos insistir más problemáticas como la espalda, codos, rodillas o pies.
2.- Ayuda al bronceado:
Productos como las píldoras antioxidantes nos ayudan a activar el proceso de bronceado. Ello se debe a que productos como el betacaroteno o la vitamina E, presentes en muchas píldoras, colaboran a preparar la piel previamente a la exposición solar, pues al ser de origen vegetal no suponen el riesgo de sufrir efectos adversos.
Ayudar al bronceado también supone cuidar nuestra alimentación lo máximo posible. Como os comentábamos antes el betacaroteno favorece el bronceado y es un elemento que encontramos en numerosos alimentos como la zanahoria, el tomate, el pimiento o el melocotón. La causa por la que se recomiendan para el bronceado es porque estimulan la producción de melanina en el organismo, evitan la deshidratación y protegen la piel. Acciones que, como resultado, nos ayudarán a prolongar nuestro bronceado.
3.- Hidrata tu piel después de la exposición solar:
El sol también puede generar efecto rebote dejándonos la piel extremadamente seca y deshidratada. Un hecho que puede evitar hidratando nuestra piel con productos con alto contenido de principios nutritivos, refrescantes y calmantes.
Aunque lo recomendable es hidratar siempre nuestra piel, antes de la exposición es más importante que nunca.
¿Queréis saber más consejos o cómo formular productos para conseguir el bronceado perfecto? ¡Ponte en contacto con Laboratorios GUINAMA!